Apasionada por el diseño, el arte y la historia, concibo a la arquitectura como reflejo de un tiempo y un contexto, testimonio de la memoria de una sociedad y su cultura.  Entiendo el diseño arquitectónico como una forma de expresión y comunicación, capaz de relatar una historia y reflejar la esencia de quien la habita; su cotidianeidad, sus vínculos y sus pasiones. Su pensar y su sentir. Su estilo de vida. Cada intervención arquitectónica es única, y debe ser capaz de inspirar y resaltar la identidad y el sentido de pertenencia de quien la vive; quien luego invita y ofrenda, abriendo su propia puerta al mundo.

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Disfruto de todas las etapas del proceso creativo. Desde la inicial, en la que uno descifra el discurso, el deseo y la intención de un cliente, para luego interpretar en una idea de diseño conceptual, y finalmente materializar y hacer tangible en obra, de forma responsable y comprometida.

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Apuesto al trabajo colaborativo y abierto, para crear en red, con un fin común, y en sinergia con el cliente, como parte integrante, y con los asesores especialistas, como complemento esencial para alcanzar un producto hecho a medida y finamente acabado, capaz de equilibrar lo funcional con un diseño innovador, creativo y calificado.

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Tengo la convicción de que la forma de ofrecer algo significativo y trascendental a un cliente, es con reflexión, determinismo y compromiso, mediante el propio involucramiento transparente y genuino.